lundi 23 juin 2014

Fiebre Mundial



El Mundial es Global. Ganó Bélgica ayer 1 - 0 contra Rusia y con ello aseguró su paso a octavos de final de Brasil 2014; la mejor Copa del Mundo que he visto. Las calles de Louvain-la-Neuve se llenaron de festivas pieles pintadas de rojo, amarillo y negro, capas con la bandera del país y el ruido de bubuzuelas escandalosas anunciando la alegre noticia.  ¡Bélgica fue una fiesta!


Al recorrer las calles luego del juego, es notable que la mayoría de los que celebran la endiablada victoria son jóvenes entre 22 - 25 años y adolescentes. La mayoría disfruta de una refrescante Jupiler: la cerveza comercial más exitosa del país cuyo eslogan publicitario es "les hommes savent pourquoi" -los hombres saben porqué-. Además, es fácil ver grupos compartiendo el humo de la victoria. Entre los fumadores, destacan mucho las adolescentes; quienes a la vez que sostienen sus bolsos con el brazo recogido, al mejor estilo tiranosaurio rex, fuman, beben y discuten alegremente. Hay que admitir que este estilo de celebración con alcohol y cigarrillos es casi la norma ya. Nada fuera de lo común para ésta y otros cientos de ciudades estudiantiles europeas.

Es fácil darse cuenta como toda la vivacidad creada por el Mundial crea una gran oportunidad de negocio para la venta de bebidas alcohólicas y tabaco. Los supermercados, los restaurantes y bares; todos sacan una enorme ganancia económica. Son tiempos de bonanza. Sin embargo, cabe la reflexión: ¿es la fiesta del fútbol más bien la fiesta de las compañías que producen alcohol y tabaco y el invitado número uno la población juvenil?

De acuerdo al libro: Legal pero Letal*, las multinacionales del tabaco y el alcohol tienen claro que la respuesta a la pregunta anterior es un rotundo sí. Por ello, han sabido montar toda una infraestructura publicitaria alrededor de las grandes competiciones deportivas. No es raro que, por ejemplo, Jupiler, parte de la megapoderosa InBev, provea a su público con cuanto adorno alusivo a los Diablos Rojos les sea posible. De la misma manera, han creado grupos de fans con coloridos y vívidos mensajes en facebook y twitter. En la era de la informática de bolsillo, nadie tiene que estar pegado al televisor para recibir el mensaje fuerte y claro. Y el mensaje, aunque en apariencia sutil, es que la alegría juvenil tiene que bañarse de alcohol y tabaco para ser más intensa y plena. La fiebre de Mundial de los jóvenes belgas pasará esta noche y dejará tras de sí la resaca de la victoria. Mientras tanto y en otro lugar del planeta, la fiebre mundialista sigue y las multinacionales siguen festejando.

Nota: el vandalismo también está presente en la celebración belga: la víctima el metro de Bruselas.

*Nicholas Freudenberg, Lethal But Legal: Corporations, Consumption, and Protecting Public HealthOxford University Press, 2014.

En twitter: @vigabalme

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