dimanche 22 janvier 2012

Lecciones a lo Chueca

Todavía sin desmontar, las luces navideñas colgantes de la Calle de Hortaleza en Chueca (Madrid) miran díariamente pasar a miles de propios y extranjeros. Además de reunir a la más grande comunidad gay de toda la península, Chueca es uno de los más palpitantes barrios del centro de Madrid.

Son más de las doce y el mesero del Café Mamá Inés me dice que ya es tarde para ordenar un desayuno. Conforme, de todas maneras, pido pan tostado con tomate y aceite de oliva y un café con leche templado. Es el equivalente al desayuno marcado en la carta como Cordobés. El Mama Inés es un café apacible, animado más por las conversaciones de sus clientes que por la música de fondo. El techo, con las venas de la calefacción expuestas, está pintado todo de rosa. A parte de ello, la decoración es sobria con unos cuadros de motivos geométricos a blanco y negro y pintados con oes rojas estilo grafitti.

Frente a mi mesa dos señores conversan. Uno de ellos, cabello cenizo, mira con cariño a su compañero; quien luce una llamativa camisa negra decorada de coloridos triángulos un tanto al estilo Art decó. Al ver la desenvoltura natural con que la escena se desarrolla, pienso en la pequeña fracción del camino ya recorrido por la humanidad hacia una sociedad en la que la orientación sexual deje de ser un parámetro de clasificación y división social.

Recuerdo que hace un poco más de veinte años atrás, los pela'os del barrio se burlaban unos de otros llamándose entre sí Eurípides. Eurípides era un personaje de la telenovela El Divino. El personaje, interpretado por Carlos Barbosa, era un desparpajado peluquero homosexual cuya forma de ser y modo de actuar aportaban un poco de comedia a este melodrama*. El sobrenombre se usaba para indicar al otro que era un tonto y que uno era más vivo y más hombre que él.

Como está plasmado en el dicho "marica el último", el ser homosexual se asocia comúnmente con una deficiencia física y mental. No existe ninguna evidencia científica que demuestre tal cosa, a pesar que algunos movimientos como la cienciología aducen este tipo de argumentos cuando se pronuncian contra la homosexualidad. Aún más, en años recientes ha crecido el interés de los biólogos en estudiar de manera científica (es decir, evaluar sin juicios de valor) el comportamiento de parejas del mismo sexo en el reino animal. Por ejemplo, La investigadora Lindsay Young pudo establecer la existencia de parejas de albatros constituidas por dos hembras que han estado criando polluelos juntas durante años; en algunos casos, hasta por 19 años (ver artículo). Las observaciones de la investigadora indican que tal comportamiento pasa desapercibido para sus congéneres animales. Por otra parte, a pesar que muchos habían estudiado a estas aves, nadie había notado lo anterior. Más que todo, los albatros se habían tomado durante muchos años como símbolo de virtud conyugal, pues constituyen parejas monógamas de por vida. Los hallazgos han abierto un debate, científico y moral, acerca de nuestra percepción de lo natural en las relaciones de pareja.

Desde el punto de vista más fundamental, el comportamiento natural es el resultado de complejas e intrincadas interacciones a nivel molecular y atómico que apenas empezamos a comprender. En el caso de la especie humana, nuestra capacidad cerebral y de asociación nos ha llevado a desarrollar un profundo entramado social y afectivo lleno de códigos éticos y morales que sirven a la vez para identificarse y como medio para afirmar en nosotros una sensación de seguridad. Tales construcciones de tipo social marcan nuestra visión del mundo natural y tienden a darle una cara humana. Sin embargo, la historia demuestra que los avances sociales, científicos y tecnológicos que nos han llevado hasta el modelo de civilización presente son producto de nuestra capacidad de aceptar los hechos naturales tal como son y construir conocimiento a partir de ellos.

Este tipo de pensamiento coquetea en mi mente mientras veo venir al mesero, vestido con una camiseta rosada, hacia mi mesa con mi deliciosa orden de café y pan tostado. Entonces, noto que con mucha frecuencia, en nuestro afán por encajar dentro de los parámetros que otros nos han establecido como correctos, acabamos por sofocar aquellos criterios que nos ayudan a comprender el real valor de las personas. Me parece ahora irrelevante que nuestras sociedades inviertan tanta energía en luchas religiosas y legales infructuosas contra el homosexualismo. Tales luchas conducen en muchos casos a una discriminación violenta, descarnada y cruel que es deshumanizante.

Por otra parte, al salir del Mama Inés y seguir mi marcha por las pintorescas calles de Chueca; que en algunas esquinas exhiben afiches de bares y fiestas gays, dejo tirado a un lado de la acera los últimos restos de aquella sensación de incomodidad y temor que me causaban durante mi infancia los seres humanos que tienen una orientación sexual diferente a la mía. 

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*En este artículo de Javier Santamaría se hace un repaso a conocidos personajes gay en la telenovela colombiana y su impacto en la sociedad.



2 commentaires:

  1. Hola Victor, vi con agrado que extendías tu opinión acerca de la frase "marica el último del primer blog". Cuando leí el agalluo muere peluo... dieron vuelta en mi cabeza esas palabras, y tuve suficiente para recordar varios insultos y adjetivos que tuve que superar a punta de fuerza de voluntad y enfrentamiento... a lengua y con el riesgo de ser "cascado", pero enfrentamiento al fin y al cabo.
    Hay varios análisis biológicos como el que recomiendas de los albatros. Este lo leo con gran aprecio, y no dejo de recordar que un familiar, bastante cercano, creia y alegaba que ser gay es antinatural. No me he dado a la tarea de mostrarle lo contrario, pero de seguro esta será una de mis ayudas ese día.

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  2. Hola Victor, me tomo el atrevimiento de hacer un comentario sin ser invitado, espero que esto no cause malestar. Soy un recién nacido en el evangelio, y como creyente no tengo nada contra los homosexuales pero si contra el homosexualismo. Dios nos ha creado varón y mujer. Me pregunto ¿lo natural es bien visto por Dios?, pues para muchas personas es "natural" el asesinato, la violación, el alcoholismo y hasta conducir borracho. Ahora bien, ¿un homosexual atenta contra alguien? Para un creyente sí lo hace, pues atenta contra el templo del Espíritu Santo que es su propio cuerpo. Sé que esto es "dificil" de entender porque yo era uno que no entendía. Con estas palabra no pretendo atacar ni herir la susceptibilidad de algún lector ni de tus escritos, pues no puedo juzgar a nadie siendo que Dios mismo nos ha dado la libertad de elegir. Buen día.. :)

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